Es un poco incómodo escribir desde la politología sobre este tema, pues hay que decirlo, ninguna de las proyecciones que se difundieron sobre este tema, le achuntó (mención honrosa para el "wall of shame" a Kenneth Bunker). Incluso yo en mi fuero interno me vi bastante sorprendido, sobre todo por la gran golpe que dio la "Lista del Pueblo" (LDP), sacando muchos más votos de los que casi todos los analistas podíamos esperar.
Y es que los antecedentes que teníamos de nuestro inamovible "ley de los 3 tercios" (inercia en la votación por partidos tradicionales de derecha, centro e izquierda), no nos daba razones para pensar que la situación variaría demasiado, y a lo menos en lo que refiere a constituyentes, la cosa superó por bastante las expectativas, pero ¿en qué sentido?
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Extraído de: 2021.decidechile.cl |
Si miramos las proporciones, los bloques "independientes" (Nueva Constitución, Del pueblo y Otros) o mejor dicho, anti-partidos (a lo menos anti-partidos actuales), alcanzan en torno al 42%, es decir, casi la mitad de la Convención es de esta amalgama de seres aún desconocidos en nuestra habitual espacio político.
Por otro lado, vemos como el bloque de la neo-izquierda, Apruebo Dignidad (AD), logra superar por amplio margen al bloque de centro, y si asumimos que la LDP también está en ese espectro, al menos un tercio de la Convención se va para los zurdos (más si consideramos que independientes y la vieja izquierda también pueden contribuir a ese conjunto).
Esto nos lleva a generalizar que el anti-partidismo y la izquierda fueron los grandes ganadores de la contienda, estamos en la peor pesadilla de los liberales y la derecha. Pero aquí surgen 2 preguntas importantes ¿Tienen razones para asustarse? y ¿Qué tan a la izquierda está ese sector independiente?
Si tomamos la estimación ideológica que hizo Jorge Fábrega, usando los datos de una encuesta de La Tercera a los constituyentes, le permitió agrupar a los candidatos según su proximidad a un eje ideológico que podríamos homologar al de izquierda-derecha. Al graficar la distribución se ve así.
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Escala va de más izquierda a más derecha |
Esto hace más patente los temores de liberales y la derecha, tal vez. El eje ideológico aparece cargado hacia la centro izquierda, aunque con una proporción no despreciable en la derecha, y como se ve en la siguiente figura, es claro que ese segmento proviene justamente de la lista de derecha, Vamos por Chile (VPC), lo que no es necesariamente obvio.
Si tomamos el puntaje mínimo de los delegados de VPC, y tomamos la proporción de delegados de las otras listas que registran un puntaje igual o superior a este, solo los "Otros", que cubren una variedad de personas independientes, presenta 4 candidatos con posturas coincidentes con las de la derecha, por lo que en general, la noción de una Convención izquierdizada, e incluso, polarizada, podría confirmarse, cuestión que de todos modos, se verá según como evolucionen las discusiones, y muten las preferencias de los delegados, teniendo en cuenta que aún desconocemos como los "independientes" enfrentan el juego político.
Por último, una cosa interesante de estimar es de donde pudo haber salido el voto de cada lista, por ejemplo evaluar que tan "del pueblo" fue el voto de la LDP. Para esto saqué los datos del Servel por web scraping,
acá les dejo el código, si le ponen talento, verán que cambiando un par de parámetros se pueden sacar todo tipo de datos de la elección.
Estos datos los crucé con la Casen del 2017, sacando la estimación comunal de pobreza e ingresos, con tal de hacer un poco la falacia ecológica, de ver si estas variables a nivel comunal, están asociadas con la votación obtenida por las listas. Para esto, tenemos que cocinar un poco la variable dependiente (nivel de votación), para controlar 2 cosas: 1) que en ciertas comunas se vote más que en otras, y 2) que las listas lleven más candidatos en ciertas comunas que en otras.
Así que sacaremos la votación comunal total por cada lista, y la ponderaremos por: 1) la proporción del total de votos a nivel nacional que esa comuna representa para la lista, y 2) la proporción de candidatos que la lista lleva en la comuna respecto de su total de candidatos (también a nivel nacional). Esto nos da un indicador menos interpretable, pero comparable entre las listas. Para que se entienda, números más grandes en determinada comuna y lista implican que el desempeño electoral de esa lista fue mayor en esa comuna comparada con las otras, por lo mismo llamaremos a este indicador "Índice de Desempeño Electoral".
Con esto, si tomamos nuestro índice contra la mediana de ingreso total del hogar por comuna. La tónica revela una sabiduría convencional de la politología: que en las comunas más ricas se vota más, y esto parece universal para todas las listas, aunque es preciso notar como el efecto en las listas Nueva Constitución (NC) y Otras independientes, es bastante acentuado, lo cual implica que en ciertas comunas de ingreso medio y alto fue donde mejor desempeño electoral mostraron, respecto a las demás.
Así también, a simple vista pareciera ser que, comparado a las listas AD y Lista del Apruebo (LDA), la LDP rindió mejor en las comunas de ingreso medio. Veamos esta tendencia desde el punto de vista de la pobreza, es decir, como es el desempeño de las listas según el porcentaje de pobreza comunal.
Nuevamente se replica la tendencia: comunas con menos pobreza favorecen a NC y Otras, pero se aprecia más patentemente como, comparada con AD y LDA, la LDP tiene mejor desempeño en comunas con menores niveles de pobreza.
Una última forma de visualizar esta relación es sacando el desempeño electoral promedio, condicionado en el nivel de pobreza, para lo cual definí intervalos de 20 en 20 (aún no tengo conocimientos suficientes para saber como sacar la esperanza condicional de 2 variables cuya función de probabilidad conjunta desconozco, si tienen tips o saben como hacerlo en R, me dicen por interno para actualizar esta parte), lo que se ve así.
Esto nos deja una interesante hipótesis de trabajo, de qué el voto disputado por el sector independiente, no fue el de las clases bajas, sino justamente, el de las clases medias y medias altas.
Aunque es preciso recordar que estamos cometiendo una falacia ecológica, y no podemos refutar la idea de que fueron los pobres de esas comunas los que precisamente votaron por esas listas, y se las dejo de pregunta y tarea pa mis colegas politólogos.
Ok, pero esta fue la convención ¿Qué ocurrió en las otras elecciones?
¿También se izquierdizó la cosa en las municipales? Aquí el panorama es complejo de determinar, pero como muestra @AlbertoSacha
en este breve hilo, a nivel de los concejales se ve un deterioro importante de los partidos tradicionales, y algunas ganadas en la izquierda.
En lo que refiere a las alcaldías, usando una clasificación arbitraria de la orientación ideológica de los partidos que corrieron en las elecciones del 2016 y 2021, tenemos un escenario en que la derecha pierde bastante espacio, el centro queda casi igual -salvo por el Partido Por la Democracia (PPD) que ve una gran caída-, y algo de ganadas se ven en la izquierda, como el Partido Comunista, el cual dobla su cantidad de alcaldes, o Revolución Democrática, quienes aparecen con 6 nuevas cartas.
Dado que las alcaldías son un único cupo por comuna, podemos sacar fácilmente una tasa de éxito, esto es, del total de candidatos postulados por partido a nivel nacional, cuantos son capaces de sacar, lo que nos da una idea de que tan efectivos son estos en capturar el voto local, lo que se ve así (filtramos por los que tuvieron 10 candidaturas o más).
Como vemos, el top 5 de éxito está casi totalmente poblado por los partidos tradicionales de centro y centro-izquierda, con la Democracia Cristiana (DC) como el partido más exitoso, y también, el con más candidatos electos (46) y votados, siendo solo superado por las candidaturas independientes.
No obstante, merece una mención honrosa Revolución Democrática, partido de la neo-izquierda, que logra sacar a 6 de sus 17 candidatos, superando incluso al Partido Comunista quien también logra 6, pero de un total de 49.
Esta última lectura es importante, porque distinto de las votaciones de Constituyentes y Gobernaciones, ambas inéditas, estos son cargos de largo aliento, que se rigen por dinámicas (y maquinaria) electorales distintas que aún podrían ajustarse a la inercia de los 3 tercios, siendo más extrapolable a lo que podría ocurrir con las parlamentarias y la presidencial.
En estas como vemos, si bien se confirma una caída de la derecha, es menos claro que ese voto se haya ido a la izquierda, o más bien, es una hipótesis, ya que esos votos pueden haber terminado en múltiples candidaturas independientes de difícil determinación ideológica. Varias de ellas en regiones, otro componente importante a considerar, y que podría potenciar una creciente presencia de "outsiders" de la política, contribuyendo más objetivamente a una crisis de la representatividad que hasta ahora solo se expresaba en la baja identificación partidaria y baja participación electoral,
condiciones suficientes, pero no necesarias para hablar de una crisis de representatividad como tal.
Y sobre este último punto, es preciso hacer un énfasis: el gran ganador por amplia mayoría fue la abstención, algo que no es propio de Chile, sino un fenómeno mundial multifactorial, entre los que encontramos que el voto sea voluntario. Es sorprendente en parte, que aún más de 6 millones de personas (en torno al 43% del padrón), haya concurrido a votar; desde un punto de vista racional el por qué la gente participa
es aún más enigmático, que el por qué no lo hace.
En cualquier caso, esta cifra, nos obliga a retomar constantemente la discusión sobre la capacidad del sistema sistema electoral, como vehículo para capturar la información de preferencias de sociedades cada vez más complejas. Puede que una participación política que empieza y termine en el voto no sea suficiente para ir a capturar a ese segmento que si bien, con mecanismos de participación y democracia más directa, aún podrían restarse, dispondría de otras formas alternativas en las que su voz fuera escuchada, o estas mismas podrían configurarse para obligar a que los hacedores de políticas vayan a buscar esa gran cantidad de datos perdidos, y no al azar.
Todas discusiones que espero, este remezón que se está viviendo en la arena política nacional, se den, y ojalá, incluyendo a la ciudadanía común en el debate.
Holanda:
ReplyDeleteY sobre edades ¿qué desglose se puede obtener de los datos electorales?
Gracias