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Demos la respuesta rápida y corta: NO
Y para las razones voy a repetir algunos lugares comunes que pueden encontrar casi cualquier handbook de ciencias políticas; dejaré algunos al final de este post, y si tienen más y mejores recomendaciones, bienvenidas sean.
Advierto que probablemente meta un poco de mi cosecha, porque puedo, y luego debatamos si consideran que mis ideas están o no erradas.
Partamos.
Primero es necesario entender que los sistemas de elecciones tienen un "hijo tonto" llamado "Sistema de Partidos" el cual está encargado de echar a perder cualquier ejercicio de ingeniería política que se quiera hacer, o dicho en términos académicos, que interactúa de manera bidireccional con el sistema electoral, moldeando y siendo moldeado por este.
A muy grandes rasgos los sistemas de partidos pueden ser clasificados de 2 formas (discutible, este es en parte mi chamullo): 1) Por su estructura o "dispersión", y 2) por su orgánica.
1) Por su estructura o "dispersión"
A nivel de estructura encontramos un espectro respecto de su cantidad, lo que se resume en el siguiente diagrama.
Esta no es más que una simplificación, ya que hay algunas cosas que el diagrama no nos dice. Primero para que haya "unipartidismo", significa que "no hay oposición" (aunque puede haber "facciones") ni elecciones a la manera de las Democracias liberales, o que más bien estas ocurren dentro del partido. En fin, podrán intuir qué sistemas son unipartidistas, Cuba, China, La Korea buena, etc.Luego tenemos los sistemas "bipartidistas", esto no significa que solo existan 2 partidos, sino que entre 2 partidos se reparten preponderantemente el poder, como ocurre en EEUU entre el GOP y los demócratas. Claramente hay más partidos minúsculos por ahí, pero su aporte es marginal. Algunos politólogos famosillos como Maurice Duverger consideraban este el mejor sistema de partidos, o más bien, un resultado natural de ciertos sistemas electorales competitivos.
Luego tenemos sistemas con varios partidos sin grandes mayorías, y que pueden alcanzar gran cantidad, esto ocurre con sistemas altamente proporcionales, donde hasta los partidos más débiles pueden alcanzar cuota de poder, de ahí el tema de la interacción con el sistema electoral del que hablaré más adelante.
La cosa es que aún en estos sistemas con elecciones a la Democracia liberal, pueden existir partidos que dominen la escena, lo cual ocurre por ciertas trayectorias históricas o por "movidas políticas" que hagan los partidos para mantenerse predominantes, un ejemplo de ello son la creación de "partidos satélites": partidos artificiales creados por el partido dominante, como "cazabobos"; esta fue una práctica muy usada en México por el PRI.
La cosa es que estos partidos inundan los puestos de poder, pero pueden o no estar dispuestos a compartir el poder con otros conglomerados, en caso negativo se les llama hegemónicos, y ahí se puede discutir si el PRI mexicano o el Peronismo argentino clasifican como uno y otro en distintos momentos de la historia, cuestiones para especialistas en el tema.
Por último hay un detalle importante que se da con el número de partidos, que son las llamadas fuerzas "centrípetas" y fuerzas "centrífugas", y que tienen que ver con el nivel de polarización de las posturas ideológicas de los partidos; cuando tienden a tener posturas irreconciliables o presentan varias fricciones, se habla de fuerzas centrífugas, y lo contrario centrípetas. La cosa es que ciertos politólogos le tienen miedo a las centrífugas porque pueden introducir inestabilidad política, y en el caso de Chile tenemos esta famosa tesis de J. Samuel Valenzuela sobre esta dinámica del sistema de partidos, como variable explicativa del golpe del '73. No como única variable, sino como otra de las tantas determinantes del fenómeno.
2) Por su orgánica
Esto es un poco de invento mío, un poco las cosas que vi en mis clases, en cualquier caso, lo conceptos los pueden pillar tal como los mencionaré en la literatura, aunque puede que dispuestos de otra forma.
Podemos clasificar a los partidos en un espectro de 2 extremos como se ve en el siguiente diagrama.
En los partidos de masas, encontramos a los de corte popular o populista si se quiere, los cuales se centran en construir o expandir sus bases territoriales, mantener un anclaje social, y acumular "masa", como bien dice el nombre. Partidos como el peronista o el FA uruguayo clasifican en este tipo de partidos.
Por otro lado tenemos partidos de Cartel, estos son partidos profesionales electoralistas, cuya principal motivación es capturar votos para mantenerse en el poder, no tienen mayor interés en construir militancia, sino en canalizar intereses elitistas o de ciertos grupos de elites, incluidas, empresariales (de hecho en inglés se les llama partidos "brokers"). Uno podría pensar que acá en Chile partidos como el Radical clasifican como de Cartel.
Notar que este es un uso meramente descriptivo, conductualista si se quiere, aun si un partido declara "ser de masas", si en la práctica no crece en militancia, y se mueve predominantemente en la esfera del poder, alianzas, lobby, etc, pues sigue siendo un partido más de Cartel (por ejemplo el PCCh pudo haber tenido fases cartelistas).
Además, uno podría agregar un eje vertical que cubra el nivel de ideología del partido, si es un partido o no ideológico, pero es una categoría para mí, medio difusa. De todos modos en función de la predominancia ideológica del partido o su vacío de esta (pensemos en su discurso, declaración de principios, etc), se puede hablar de partidos instrumentales o "catch-all-parties", los cuales pueden ubicarse en ambos espectros de masa o cartel, dependiendo de los cálculos que haga su dirigencia, y que pueden agarrar militancia flotante que no se identifica fuertemente con algún clivaje político (eg. izquierda-derecha), el ejemplo clásico es el PPD en Chile.
Hay otras variantes interesantes sobre los sistemas de partidos que dicen relación con su nivel de institucionalización y formalidad/informalidad, pero ya es comenzar a hilar más fino de lo que necesitamos, y ahí les recomiendo leer los trabajos de Flavia Freidenberg.
* * *
Ok, es importante tener en mente, que cuando hablemos de sistemas electorales, detrás tendremos a estos monos haciendo cosas, y que eso ya de partida nos mete ruido aleatorio que no podemos identificar a partir de las condiciones del sistema electoral definido.
Para empezar, es preciso preguntarse ¿para qué definimos un sistema electoral? Y acá entra todo ese bizantino mundo de la Teoría Política, la cual es una discusión infinita de enunciados normativos, porque sí, distinto de la pretensión que tienen ciertos cientistas sociales ingenuos, entre ellos varios economistas, de que se puede separar "lo positivo" de lo "normativo", ello no es más que una ficción psicológica.
No, el conocimiento de la sociedad siempre está iluminado por algún componente normativo o axiológico, los cuales de hecho, nos permiten obtener conclusiones sustantivas de la evidencia, la que por si sola, no nos dice NADA. Esto es como epistemología 101. Por supuesto, hablar solo de normas sin evidencia también es hablar en el aire, y de ese fuego cruzado entre Teorías políticas varias y datos, sale la "ciencia política".
Dicho eso, podemos empezar a hablar de ciertos conceptos clave de los sistemas electorales, los cuales tienen a grandes rasgos 3 subsistemas o mecanismos que actúan de manera integrada:
- La definición de circunscripciones o distritos:
Y acá uno podría preguntarse ¿Es proporcional la cantidad de gente que vive en esas zonas, a la cantidad de escaños que tiene para elegir? o ¿Qué pasa si en esas zonas hay mayor predominancia de voto a cierta coalición política? ¡Excelente pregunta desgraciao! se las dejo de tarea para la casa, porque francamente no lo sé, el electoralismo no es mi área.
- Los sistemas de listas:
- La conversión de votos a escaños:
Este es el mensaje que quería dejar, que antes de evaluar los cambios que nos gustaría dentro del sistema político hagamos el doble ejercicio de evaluar introspectivamente desde donde estoy mirando o qué teoría política estoy usando para analizar el sistema, y segundo, qué evidencia tengo sobre mis postulados. Cada una de las objeciones anteriores puede por ejemplo ser sometida a contraste empírico ¿menos distritos penaliza la representatividad de las regiones? ¿los sistemas más proporcionales reflejan preferencias más complejas, o tienen partidos obstruccionistas? on so on. Es posible que no encontremos respuestas tajantes, pero si tendremos más información sobre que cosas pueden pasar, y sobre todo, qué combinaciones evitar.
Por último para cerrar, me permito mencionarles que la "ciudadanía política" NO EMPIEZA NI TERMINA EN EL VOTO (o bueno, esa es mi postura normativa, jaja). Existe un campo emergente de literatura en ciencias políticas donde podemos encontrar a Oliver Dowlen, John McCormick, Helen Landemore, entre otros, que ha abogado por mecanismos no electorales de participación, por medio del sorteo o los "mini-públicos abiertos", espacios legales con capacidad vinculante, donde ciudadanos comunes participan para interceder en la agenda de políticas, y ya existen algunos ejemplos concretos en el mundo, recopilados en el último libro de Landemore, cuya lectura recomiendo.
De hecho en Chile tenemos una iniciativa en esa línea, llamada "Lxs 400 Chile Delibera", la cual elegirá al azar a 400 personas para debatir, y sus conclusiones serían eventualmente recogidas por el congreso para traducirla en políticas, un ejercicio interesante que vale la pena prestarle atención.
En fin, eso es todo lo que tenía que decir, como siempre sus comentarios y argumentos son siempre bien recibidos.
Orientaciones bibliográficas (me da paja citar en APA):
-Giovanni Sartori y su "Sistema de Partidos" y su "Ingeniería Constitucional Comparada", da lo mismo la edición o el año, mientras más reciente mejor
-Este libro de Marcelo Mella "Elementos de Ciencia Política", que no me gusta mucho, pero el man me hizo clases y escribió este libro, y tiene las referencias de casi todos los temas que comento acá.
-Acá dejo el texto de Landemore
-Me gusta mucho el artículo "The rules of the election game in Japan" de este texto, porque expone muy bien como opera coevolución entre sistema electoral y de partidos, en este caso, aplicado al caso japonés, porque otaku culiao.
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